Al iniciar los preparativos para una nueva infraestructura de TI, los responsables de la toma de decisiones pueden pensar que los productos en la nube como el Office 365, basados en la suscripción son la única opción. Sin embargo, tras un análisis más profundo, muchas organizaciones descubren que una combinación de servicios en cloud con software perpetuo de un solo pago, como es el Office 2019, es más rentable económicamente y puede ser más práctico en lo que respecta al flujo de trabajo, la accesibilidad y la seguridad.

Muchas empresas se basan en condiciones específicas ya establecidas de las que son reacias a desprenderse o simplemente consideran que no pueden abandonar por razones técnicas. Sin embargo, tras un análisis exhaustivo, a menudo se encuentran programas, funciones y servicios no utilizados o innecesarios. En estos casos, la infraestructura existente puede mejorarse y los gastos son optimizables mediante la inclusión de licencias perpetuas y de un solo pago.

Para adaptarse a las necesidades del teletrabajo, las empresas pueden emplear esta solución híbrida. Así, pueden delegar en Office 365, sólo los servicios seleccionados  y seguir manteniendo Office 2019 para la mayoría de los flujos de trabajo y procesos. Como resultado, la transición al trabajo remoto será significativamente menos tediosa, ya que los empleados tendrán que adaptarse a sólo unos pocos cambios en lugar de una transformación global.

Cuando se utilizan productos de suscripción, las organizaciones y las empresas no gestionan ni controlan la infraestructura subyacente de la nube.
Con una solución híbrida, los activos clave que contienen datos sensibles pueden mantenerse en las instalaciones (y fuera de línea, si es necesario), sin ninguna conexión con el entorno de la nube.

Depender totalmente de los servicios en la nube para el almacenamiento de datos y la productividad puede ser contraproducente si dichos servicios se vuelven inaccesibles (por ejemplo, debido a problemas técnicos o al incumplimiento de pagos). Esto puede dar lugar a importantes inconvenientes y pérdidas, incluso con una desconexión temporal. La configuración de una solución híbrida puede mitigar los efectos de las interrupciones de diversa índole tanto en la nube como en las instalaciones, ayudando a las organizaciones a reaccionar y adaptarse más fácilmente a estos problemas.